La política agraria de la Unión Europea ha sido uno de los fines prioritarios de la Unión Europea, aunque la inclusión de dicha política en los Tratados de la Comunidad Económica Europea firmados en Roma el 27 de mayo de 1957, en vigor desde el 1 de enero de 1958, no fue nada fácil por la reticencia de algunos de los países signatarios.
El funcionamiento y desarrollo del mercado común para los productos agrícolas deberán ir acompañados del establecimiento de una política agraria común.
Conviene señalar que cuando se habla de productos agrícolas hay que entender los productos de la tierra, de la ganadería y de la pesca, así como los productos de primera transformación directamente relacionados con aquéllos.
La importancia de la política agraria de la Unión Europea se denota en la legislación de la Unión Europea, ya que el 25% de la legislación derivada y de la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea se refieren a materias agrarias.
