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¿Es el conflicto de intereses en el monopolio diferente del que existe en la competencia perfecta? Si, porque es una fuente de ineficiencia: las pérdidas que sufren los consumidores en el monopolio son mayores que las ganancias del monopolista. Puesto que el monopolio genera pérdidas netas para la economía, el gobierno intenta a menudo impedir que surjan monopolios, o limitar sus efectos.

4.1. Efectos del monopolio sobre el bienestar

Al restringir la producción por debajo del nivel que iguala el coste marginal al precio de mercado, un monopolista aumenta su beneficio pero perjudica a los consumidores. Para evaluar si la sociedad experimenta un beneficio neto o una pérdida neta, tenemos que comparara la ganancia en beneficios del monopolista con la pérdida en excedente del consumidor. Y lo que vemos es que la pérdida de excedente del consumidor es mayor que la ganancia del monopolista. El monopolio genera una pérdida neta a la sociedad.

El monopolio reduce el bienestar de la sociedad en su conjunto y es una fuente de fallo de mercado.

4.2. Prevención del monopolio

Las políticas públicas dirigidas al monopolio dependen fundamentalmente de que la industria en cuestión sea un monopolio natural, uno en el que los rendimientos crecientes a escala garantizan que un productor de mayor tamaño tenga un coste total medio menor. Si la industria no es un monopolio natural, la mejor política económica es evitar que el monopolio surja o disgregarlo, si ya existe.

Hoy en día, los gobiernos tratan frecuentemente de impedir que los monopolios se formen y de disolver los existentes. Las políticas públicas utilizadas para prevenir o eliminar los monopolios se conocen con el nombre de políticas antitrusts.

4.3. El monopolio natural

Fraccionar un monopolio que no es un monopolio natural es claramente una buena idea: las ganancias que recibe el consumidor son mayores que las pérdidas sufridas por el productor. Pero no es tan claro si debería disolverse un monopolio natural en el que un productor de gran tamaño tiene costes totales medios menores que los productores pequeños, porque esto daría lugar a costes totales medios más altos.

Incluso en el caso de un monopolio natural, un monopolista maximizador de beneficios actúa de forma que genera ineficiencia, cobra a los consumidores un precio más alto que el coste marginal y, al hacerlo, evita algunas transacciones que beneficiarían a ambos participantes. Además puede parecer injusto que una empresa que ha conseguido establecer una posición de monopolio gane un beneficio mayor a costa de los consumidores.

¿Que pueden hacer las políticas públicas?:

A) Propiedad pública

En muchos países, la respuesta preferida al problema del monopolio natural ha sido la propiedad pública. En lugar de permitir que un monopolista privado controle una industria, el gobierno crea una agencia pública para suministrar el bien y proteger los intereses de los consumidores. En Estados Unidos de América hay algunos ejemplos de propiedad pública: el transporte ferroviario de pasajeros ; el servicio postal y algunas ciudades como los Ángeles que tienen compañías eléctricas públicas.

B) Regulación

En los Estados Unidos de América la respuesta más frecuente ha sido dejar en manos privadas la industria, pero someterla a regulación. En concreto, la mayoría de los servicios locales, como la electricidad, el servicio telefónico, el gas natural etc., están sometidas a una regulación de precios, que limita los precios que pueden cobrar.

4.4. El oligopolio: marco legal

Para entender la fijación de precios del oligopolio en la práctica, debemos conocer las restricciones legales a las que están sometidas las empresas oligopolísticas.

En Estados Unidos de América, el oligopolio empezó a ser un problema durante la segunda mitad del s. XIX, cuando la expansión de los ferrocarriles. Nacieron grandes empresas que producían petróleo, acero y otros muchos productos. Los empresarios se dieron cuenta de que sus ingresos serían mayores si pudieran limitar la competencia de precios. Por ello muchas industrias formaron carteles: acuerdos formales para reducir la producción y aumentar los precios. En 1890 se aprobó la primera legislación federal, contra tales carteles.

En 1881, dieron con la solución, el denominado trust. En un trust, los accionistas de todas las empresas de una industria depositaban sus acciones en manos de una junta directiva que controlaba las empresas. Fusionaban las empresas en una sola, que fijaba el precio como lo haría un monopolio.

Finalmente hubo una reacción pública motivada, en parte por la preocupación acerca de los efectos económicos de la aparición de los trusts y en parte, sencillamente por miedo a que los propietarios de los truts llegaran a ser demasiado poderosos. En las décadas siguientes, el gobierno federal se esforzó cada vez más para dificultar que las industrias oligopolísticas se convirtieran en monopolios o que se comportasen como tales. Esos esfuerzos se conocen en la actualidad como políticas antitrust. Hoy en día, los reguladores de la Unión Europea y de los Estados Unidos de América persiguen a menudo a las mismas empresas, porque la fijación de precios se “ha hecho global” a medida que se ha extendido el comercio internacional.

A principios de 1990, en los Estados Unidos de América se aplicó un programa de ammistía por el que una empresa que fija el precio es penalizada con una multa muy reducida con una multa muy reducida si denuncia a sus compañeros de conspiración. Además, el congreso aumento las multas máximas en el caso de condena.

4.5. Colusión tácita y guerra de precios

A pesar de que las empresas no pueden establecer un acuerdo de obligado cumplimiento para reducir la producción y subir los precios, tenderán a actuar “como si” existiera ese acuerdo. Cuando las empresas reducen la producción y suben los precios de forma que aumentan los beneficios de todas ellas aunque no hayan hecho ningún acuerdo formal, están practicando colusión tácita.

Aunque la colusión tácita es frecuente, raramente permite a la industria establecer precios a niveles tan altos como los del monopolio; en general, la colusión dista de ser perfecta.

A) Menor concentración

En una industria menos concentrada, la empresa típica tendrá una cuota de mercado menor que en una industria más concentrada. Esto inclina a las empresas hacia un comportamiento no cooperativo, porque cuando una empresa más pequeña hace trampas y aumenta su producción, se queda para ella todo el beneficio derivado de ese aumento de producción.

B) Productos complejos y políticas de precios

Los oligopolistas suelen vender miles de productos diferentes. En estas circunstancias, es difícil seguir las pistas de lo que producen otras empresas y de los precios que fijan. Esto hace que no sea fácil determinar si una empresa está incumpliendo el acuerdo tácito.

C) Diferencias de intereses

En la vida real, las empresas muchas veces tienen diferentes percepciones acerca de lo que es justo y de cuáles son sus verdaderos intereses.

D) Poder de negociación de los compradores

Frecuentemente los oligopolistas no venden a consumidores individuales, sino a grandes compradores, otras empresas industriales, cadenas de tiendas a nivel nacional, y así sucesivamente. Estos grandes compradores, tienen una posición que les permite negociar con los oligopolistas una rebaja de precios: pueden pedirle un descuento a un oligopolista y amenazarle con pasarse a un competidor si no lo consiguen. Una razón importante de por qué las grandes cadenas de distribución, pueden ofrecer a sus clientes precios más bajos que el pequeño comercio es precisamente por su capacidad de utilizar su tamaño para conseguir de sus proveedores precios más bajos.

Puesto que la colusión tácita es muchas veces muy difícil de conseguir, la mayor parte de los oligopolios cobran precios que están muy por debajo de los que cobraría la misma industria si estuviera controlada por un monopolista, o de los que ellos mismos cobrarían si fueran capaces de hacer una colusión explícita. Muchas veces la colusión se rompe y se emprende una guerra de precios. Una guerra de precios, significa un colapso de los precios hasta un nivel no cooperativo. A veces llegan incluso a estar por debajo de ese nivel, y los vendedores tratan de echarse unos a otros del negocio o, por lo menos, de castigar lo que consideran un incumplimiento de un acuerdo.

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