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La economía consiste principalmente en crear modelos basados en un conjunto de principios básicos a los que se añaden supuestos más específicos que permiten aplicar esos principios a una situación concreta.

2.1. Economía positiva versus Economía normativa

Imaginemos que eres el consejero económico del presidente de tu Comunidad. Tenemos tres posibles preguntas:

  1. ¿Cuál será el año que viene la recaudación por el peaje de las autopistas de la comunidad?
  2. ¿Cuánto aumentaría esa recaudación si se aumentase el importe del peaje de 1 a 5 $?
  3. ¿Se debería aumentar el peaje, teniendo en cuenta que ese aumento reduciría el tráfico y la contaminación en las proximidades de la autopista, pero supondría un importante coste financiero para los usuarios habituales de las autopistas?

Hay una gran diferencia, entre las dos primeras preguntas y la tercera. Las dos primeras se refieren a hechos; pero la tercera, puede no tener una sola respuesta correcta.

Este ejemplo resalta una importante distinción entre dos aspectos del análisis económico. El análisis que trata de contestar a preguntas sobre cómo funciona el mundo, que tiene respuestas únicas, correctas o incorrectas, se conoce como economía positiva. Por el contrario, el análisis que trata de afirmar cómo debería funcionar el mundo se conoce como economía normativa. En otras palabras, la economía positiva hace descripciones; la economía normativa ofrece prescripciones o recomendaciones.

Hay una diferencia sutil, pero importante, entre la primera y la segunda pregunta que planteamos al principio de este epígrafe. La primera pregunta requiere un simple cálculo de la recaudación del próximo año: una previsión. La segunda pregunta era del tipo, que pasaría si.., ya que preguntaba cómo variaría la recaudación si el sistema impositivo variara.

Las respuestas a este tipo de preguntas sirven como guía a los gestores de las políticas económicas pero siguen siendo previsiones, no prescripciones. Es decir, nos indican lo que sucederá si se cambia una determinada política, pero no dicen si ese resultado es bueno o malo.

Los economistas acaban dando consejo de política económica, lo que entra dentro del ámbito de la economía normativa.

Los economistas también son ciudadanos y tienen su propia opinión, pero a menudo el análisis económico se puede usar para ver que hay políticas mejores que otras.

Ejemplo: existen dos políticas diferentes para ayudar a que las familias de renta baja tengan una vivienda; por un lado el control de alquileres, que limita el precio que los propietarios pueden cobrar a los inquilinos; y por otro, las subvenciones a los alquileres que proporcionan a la familias un dinero extra para pagar su alquiler. Casi todos los economistas están de acuerdo en que las subvenciones son la política mas eficaz aunque aveces hay desacuerdos entre economistas

2.2. Cuándo y por qué discrepan los economistas

Los economistas discrepan en cuestiones importantes un ejemplo: en Estados Unidos unos defienden que debería de reemplazarse el impuesto de la renta por un impuesto sobre el valor añadido, (un impuesto nacional sobre las ventas, que es la principal fuente de ingresos públicos en muchos países europeos). Otros opinan lo contrario.

Una importante fuente de diferencias reside en los valores: en cualquier grupo de individuos, la gente razonable puede tener distintos valores. Comparado con un impuesto sobre la renta, un impuesto sobre el valor añadido afecta más fuertemente a las personas de rentas bajas. Por eso, un economista que sea partidario de una sociedad más igualitaria social y económicamente tenderá a oponerse a un impuesto indirecto.

Una segunda fuente importante de discrepancias surge con los modelos económicos. Puesto que los economistas basan sus conclusiones en modelos, que son representaciones simplificadas de la realidad, dos economistas pueden discrepar legítimamente sobre cuáles son las simplificaciones más apropiadas, llegando, por tanto, a conclusiones diferentes.

La mayoría de las discrepancias se resuelven acumulando datos que demuestren cuál de los modelos propuestos por los economistas se ajusta a la realidad. Sin embargo, en Economía, puede pasar mucho tiempo antes que la investigación resuelva discrepancias importantes. Y como la economía siempre está cambiando, dejando obsoletos los viejos modelos o haciendo aparecer nuevos problemas de política económica, siempre hay asuntos en los que los economistas no están de acuerdo. Es el responsable de la economía política, entonces, quien debe decidir a qué economista creer.

El punto importante es que el análisis económico es un método, no un conjunto de conclusiones.

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