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Para adquirir prosperidad es necesario un sistema que funcione muy bien a la hora de coordinar las actividades productivas, las actividades que crean los bienes y servicios que la gente quiere y que los entregan a las personas que desean. A este tipo de sistema nos referimos cuando hablamos de una economía. Y la Economía es la ciencia social que estudia la producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios. La Economía es "el estudio de la humanidad en los asuntos de la vida cotidiana" (Alfred Marshall).

La economía estadounidense moderna, comparada con cualquier economía del pasado o con la de casi todos los países de la actualidad, proporciona un nivel de vida increíblemente alto, por tanto, debe estar haciendo algo bien. Los Estados Unidos tienen una economía de mercado, en la que la producción y el consumo son el resultado de decisiones descentralizadas, tomadas por muchas empresas y por muchos individuos. No existe una autoridad central que le diga a la gente qué ha de producir y adónde enviarlo. Cada productor produce lo que considera que le reportará mayor beneficio; cada consumidor compra lo que él mismo decide.

La alternativa a una economía de mercado es una economía dirigida, en la que hay una autoridad central que toma las decisiones de producción y consumo (Ej. Unión Soviética). Pero la verdad es que no funcionaban bien. Las empresas de la URSS eran incapaces de producir porque carecían de materias primas, o eran capaces de producir pero no encontraban quien comprase sus productos.

Sorprendentemente, el "caos" no planificado de una economía de mercado resulta funcionar más ordenadamente que la "planificación" de una economía dirigida. Los individuos, persiguiendo su propio interés, a menudo contribuyen a mejorar los intereses del conjunto de la sociedad (Adam Smith). De un hombre de negocios que, buscando su propio beneficio, enriquece la nación, Smith escribió: "Solo piensa en su propio beneficio, y en eso está, como en muchas otras cosas, guiado por una mano invisible que le hace promover unos fines que no formaban parte de sus intenciones". Desde entonces, los economistas han usado la expresión mano invisible para referirse a cómo la economía de mercado aprovecha el poder del propio interés para obtener el bien de la sociedad.

El estudio de cómo los individuos toman sus decisiones y de cómo esas decisiones interactúan se llama microeconomía. Uno de los temas centrales de la microeconomía es la validez de la visión de Adam Smith: la persecución de su propio interés por parte de los individuos generalmente favorece los intereses de la sociedad en su conjunto.

1.1. Mi beneficio, tu coste

La congestión del tráfico es un ejemplo familiar de un problema mucho más amplio: algunas veces, la búsqueda individual del propio interés, en vez de promover el interés de la sociedad en su conjunto, puede hacer que la sociedad empeore. Cuando esto ocurre decimos que hay un fallo de mercado. Otros ejemplos importantes de fallos de mercado tienen que ver con la contaminación del agua o el aire, o con la sobreexplotación de algunos recursos naturales, como la pesca o los bosques.

El análisis económico es útil para diagnosticar fallos de mercado, y a menudo, también sirve para diseñar soluciones a los problemas.

1.2. Buenos tiempos, malos tiempos

La economía no siempre funciona suavemente: experimenta fluctuaciones, una serie de subidas y bajadas. En promedio, un estadounidense de mediana edad habrá vivido tres o cuatro caídas, denominadas recesiones (en 1973, 1981, 1990, 2001, y 2007). Durante una recesión profunda, millones de trabajadores pueden perder su empleo.

Igual que los fallos de mercado, las recesiones son un problema ante el que el análisis económico puede ofrecer algunas soluciones. Las recesiones son uno de los temas centrales de la rama de la Economía denominada macroeconomía, que se ocupa de las fluctuaciones de la actividad de la economía en su conjunto.

Aunque de vez en cuando se da una recesión, lo cierto es que a lo largo de la historia de los Estados Unidos de América son muchos más los momentos de prosperidad que los de recesión.

1.3. Hacia adelante y hacia arriba

A principios del siglo XX, muchos estadounidenses vivían en unas condiciones de pobreza extrema, sin calefacción, sin lavadoras y casi nadie tenía un coche.

Estas comparaciones son un recordatorio de cuánto han cambiado nuestras vidas gracias al crecimiento económico, que consiste en la capacidad de la economía para producir cada vez más bienes y servicios.

Pero ¿por qué crece la economía? y ¿por qué la economía crece en unos momentos y lugares más deprisa que en otros? Estas son preguntas preguntas clave para la Economía porque el crecimiento es bueno y todos queremos que haya más.

Marshall describió la Economía como el estudio de los asuntos de la vida cotidiana, la Economía "(...) no es un conjunto de verdades concretas, sino un motor que permite descubrir verdades concretas".

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