Gayo, 2. 114, afirma que para saber si un testamento es válido, debemos ver primero si el testador tenía la facultad de testar. Esta facultad no se refiere sólo al testador, sino también a su relación con las otras personas mencionadas en el testamento.
Se exige que el testador sea libre, ciudadano romano y sui iuris. Los sometidos a potestad o alieni iuris pueden disponer mortis causa sólo del peculio castrense o cuasi castrense.