Es un impuesto municipal que grava la recogida de basuras.
Su cuantía dependerá del uso del inmueble y su valor catastral, independientemente de la cantidad de basura que se genere. Este puede oscilar entre los 60 y 190 euros al año. Está vigente en Madrid y en muchos municipios de España.
Lo paga el propietario del inmueble, también en el caso de que la vivienda esté alquilada.
Los trasteros no deben pagar esta tasa.
En este tipo de impuesto existen también exenciones según el nivel adquisitivo del contribuyente.
La mayoría de los contribuyentes puede aplazar o fraccionar el pago, aunque se exigirá una penalización de demora.
