El proceso de descolonización de los países y pueblos coloniales posterior a la Segunda Guerra Mundial, introduce una serie de elementos nuevos en las relaciones internacionales y el Derecho internacional. Entre ellos, quizá uno de los más relevantes sea el haber puesto de manifiesto, en el plano de las relaciones internacionales, el hecho de la existencia de países subdesarrollados, categoría donde se incluyen la gran mayoría de los antiguos pueblos coloniales, hoy Estados independientes.
Desde el punto de vista económico, dos hechos básicos presiden estas relaciones: uno, la persistencia del subdesarrollo y el estancamiento de los países subdesarrollados, originando una tendencia al aumento creciente de la distancia económica y tecnológica que los separa de los países industrializados, lo que se ha llamado el "gap" económico y tecnológico, y otro, el deterioro de los términos de intercambio en el comercio internacional en detrimento de los países en desarrollo, observándose como tendencia el ritmo más lento del crecimiento del precio de los productos que estos países experimentan, en relación al ritmo más acelerado del incremento del precio de los productos que importan.
La interpretación que se ha dado a estos hechos y las tendencia que los mismos evidencian puede simplificarse en términos generales en torno a dos perspectiva diferentes:
- Entendiendo que la persistencia del subdesarrollo y el estancamiento de los países subdesarrollados se debe a que estos países atraviesan actualmente una etapa histórica de su desarrollo distinta de aquella en que se encuentran los países industrializados. Esta interpretación y las vías de solución que de ellas se desprenden, se traduce a nivel internacional en lo que se ha llamado "ayuda" y cooperación internacional de los países desarrollados hacia los subdesarrollados.
- Otra perspectiva distinta es entender que la persistencia del subdesarrollo, así como el deterioro de los términos de intercambio en el comercio internacional en detrimento de los países subdesarrollados, es un fenómeno que encuentra su explicación en la estructura misma del sistema económico en el marco del cual estos países establecen sus relaciones económicas internacionales con los países industrializados.
Según esta interpretación, la persistencia del subdesarrollo es el resultado de las relaciones económicas internacionales que se establecen.
Los principales Estados suministradores de la ayuda oficial a través de préstamos concertados bilateralmente son los Estados Unidos de América, Francia, Reino Unido, Alemania y Japón. Normalmente los países en desarrollo asignan estos fondos al pago de las importaciones de maquinaria, alimentos, bienes de equipo, etc.
Paralelamente a la ayuda bilateral, y como intento corrector de sus efectos negativos, existe una compleja red de Organismos Internacionales a través de los cuales se pretende canalizar la ayuda oficial a los países subdesarrollados de modo que se preste en condiciones más favorables.
