Como hemos tenido ocasión de ver, las realizaciones prácticas en materia de descolonización son evidentes.
Sin embargo, entre la doctrina se ha planteado la posibilidad de que algunos de los territorios dependientes cuyo estatuto jurídico sigue sin resolverse, Palestina, incluida Jerusalén, y otros cuya situación actual presenta complejas soluciones, pudieran retornar a un régimen similar al de los territorios fideicometidos, al menos provisionalmente.
En gran medida, todos estos casos se plantean en situaciones post-conflicto para las que, al igual que ocurriera en otros muchos supuestos históricos, la institución de la administración internacional de dichos territorios podría ser un instrumento efectivo.
Eliminado el Consejo de Administración Fiduciaria, le correspondería el control de tales situaciones a la "Comisión de Consolidación de la Paz", creada de manera conjunta por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, y a la que, entre sus propósitos, se le encomendaba "centrar la atención en las tareas de reconstrucción y consolidación de las instituciones necesarias para la recuperación después de los conflictos y apoyar la elaboración de estrategias integradas para sentar las bases del desarrollo sostenible...".
