El derecho de prenda se extingue:
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por la completa liquidación de la obligación garantizada;
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por la pérdida o desaparición de la cosa pignorada;
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por la venta realizada por el acreedor;
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por renuncia expresa o tácita del acreedor;
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por confusión cuando el acreedor se convierte en propietario;
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por prescripción completada por un tercero que posee la cosa durante diez o veinte años, según se trate de presentes o ausentes.