Acción a favor tanto del propietario de la cosa hurtada como, en general, de todo aquel que deba responder ante él por custodia o pérdida de la misma, como el comodatario, el tintorero o el sastre contra el ladrón.
El ladrón y el poseedor de mala fe no pueden ejercitar esta acción.
Sirve para reclamar la devolución de la cosa hurtada.