La corrupción es toda conducta deshonesta y desleal, contraria a los deberes morales inherentes al ejercicio profesional, siempre que dicha conducta, defraudando las expectativas de terceros interesados, sea realizada por consideraciones ajenas al servicio que debe prestarse, como el ánimo de lucro personal, familiar o de amistad, o con la intención de causar un daño o perjuicio a terceras personas. La corrupción puede ser privada o pública.