Profesional al servicio de la Administración del Estado, que representar oficialmente a su país en el exterior, bien sea en una misión permanente (ante otro estado o ante un organismo internacional) o en una misión especial.
Aparte de la función de representación, también debe asumir la de informar y negociar, especialmente en situaciones de conflicto.
Para llegar a ser diplomático hay que superar la oposición que anualmente convoca el Ministerio de Asuntos Exteriores a través de la Escuela Diplomática.
En España existen diferentes categorías de diplomáticos según el escalafón en la carrera diplomática: Embajador, Ministro plenipotenciario, Ministro Consejero (de 1ª, 2ª y 3ª), Secretario de Embajada (de 1ª, 2ª y 3ª).
Esta profesión lleva aparejados constantes traslados de destino y lugar de residencia, la necesidad del dominio de varios idiomas, así como el interés y conocimiento profundo de la complejidad de las relaciones y la política internacional.