1.1.El derrumbamiento del Antiguo Régimen, 1808-1814
La inacción de la Junta de Gobierno dejada por Fernando VII dan lugar a que el alcalde de Móstoles reivindique revolucionariamente el poder, sublevándose en Asturias y las restantes regiones peninsulares. Al levantamiento sigue la constitución de unas Juntas supremas provinciales, las cuales recuperan la soberanía considerada vacante. Los representantes de esas juntas establecen en 1808 una Junta Central suprema y gubernativa de España e Indias. La Junta Central resultó ser una asamblea endeble y de problemática autoridad. Compuesta por treinta y cinco miembros, hubo de sufrir el acoso francés. Todo ello provocó su disolución en 1810 y el nacimiento de un Consejo de Regencia. A instancia sucesivas de uno y otro organismo, se reúnen las Cortes de Cádiz que en 1812 promulgan la primera Constitución nacional.
La pugna bélica enfrentó en 1808 al ejército francés con el español, donde éste último destacó por su espíritu de resistencia. Semejante espíritu y el empleo de la guerra de guerrillas, hizo posible el triunfo final. Junto a los patriotas vencedores habrían de quedar los afrancesados, es decir, los colaboracionistas del poderoso intruso que había sido vencido.
1.2.Las convulsiones liberales y absolutistas, 1814-1833
A)La restauración absolutista, 1814-1820
Fernando VII vuelve a España, con lo que las Juntas Provinciales y el mismo Consejo de Regencia carecerán de sentido. Sin embargo, las Cortes surgidas en Cádiz no representaban al monarca sino al pueblo. Esas Cortes se atribuyeron la Soberanía Nacional y vincularon el reconocimiento del rey a que este acate y jure la Constitución.
Un grupo de diputados favorables a Fernando VII impugnan la representatividad de las Cortes y piden la derogación de la Constitución, que concluye con el golpe de Estado del general Eguía, dejando sin efecto la Constitución y las Cortes. Muchos liberales fueron arrestados y otros huyeron.
B)El Trienio liberal, 1820-1823
La imposibilidad de recuperar la vía constitucional lleva a los liberales a reclamar el apoyo del ejército que actúa mediante pronunciamientos. El 1 de enero de 1820, Rafael del Riego se subleva en Sevilla, proclama la Constitución de Cádiz y restablece las autoridades constitucionales de la localidad. El éxito obliga a Fernando VII a firmar un decreto donde manifiesta que en razón de la "voluntad general del pueblo, he decidido jurar la Constitución promulgada por las CCGG y extraordinarias del año 1812". Los exiliados vuelven del exilio. Estos liberales del año 20 pronto se constituirán en dos ramas: los moderados y los exaltados.
Se formaron Sociedades Patrióticas y tertulias con un nuevo espíritu. La vida política de España y el texto de 1812 se convirtieron en problema Supranacional. Los emperadores de Rusia y Austria, junto a los reyes de Prusia y Francia y el propio Fernando VII, forman una Santa alianza que decide la intervención beligerante para liberar a las monarquías del acoso revolucionario. Francia queda encargada de acometer esa tarea en España. Así, el ejército penetra en la península, pone sitio a Cádiz u hace capitular al gobierno constitucional. Riego es ahorcado y muchos liberales vuelven al exilio.
C)La década ominosa, 1823-1833
El decreto de 1823 liquida la etapa anterior y abre una década de despotismo absolutista. En 1830 ante el embarazo de Maria Cristina de Borbón y la eventualidad de una descendencia femenina, cierta disposición hace pública la Pragmática Sanción de 1789, derogatoria de la ley sálica. Así, en defecto de hijos varones reinarían las hembras, quedando anuladas las expectativas del infante Carlos, lo que acabaría provocando un enfrentamiento cuando María Cristina diera finalmente luz a una niña.
En el verano de 1832, Fernando VII cae en peligro de muerte, y ante la amenaza de una guerra civil, tienen lugar los sucesos de la Granja, que dieron lugar a un decreto derogador de la Pragmática Sanción, el cual en consecuencia restablecía la ley sálica.
Más tarde, el rey hace pública una declaración anulatoria del decreto anterior, arguyendo haber sido objeto de engaño, con lo que queda revalidada la Pragmática Sanción y el derecho de Isabel a heredar el trono. Convertida en reina al año siguiente tras el fallecimiento de su padre, la regencia de María Cristina se inicia con una honda escisión entre los partidarios de Isabel (isabelinos) y los de don Carlos (carlistas), cuya pretensión fue el presunto derecho a reinar en defecto de hijos varones del monarca.
En América, por otro lado, culmina en esta etapa el proceso emancipador iniciado años atrás.