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Hemos aprendido que la balanza de pagos por cuenta corriente más la balanza de pagos por cuenta financiera, suman cero: un país que es receptor neto de flujos de capitales tiene que tener un déficit por cuenta corriente que lo compense, y un país que genera un flujo neto de salidas de capitales tiene que tener un superávit por cuenta corriente que lo compense.

El comportamiento de la cuenta financiera se describe mejor por el equilibrio en el mercado internacional de fondos prestables. Al mismo tiempo, la balanza de pagos de bienes y servicios, que es el principal componente de la cuenta corriente, está determinada por las decisiones en los mercados internacionales de bienes y servicios. Por tanto, si la cuenta financiera refleja los movimientos de capitales y la cuenta corriente refleja los movimientos de bienes y servicios, ¿qué garantiza que la balanza de pagos esté realmente equilibrada? Es decir, ¿qué garantiza que las cuentas realmente se compensen entre sí?

No debería sorprendernos que sea un precio el que hace que estas dos cuentas se equilibren. Concretamente, ese precio es el tipo de cambio, que se determina en el mercado de moneda extranjera, o mercado de divisas.

5.1. Entender los tipos de cambio

En general, los bienes y los activos producidos en un país tienen que pagarse en la moneda de ese país.

Por tanto, las transferencias internacionales requieren un mercado, el mercado de divisas, en el que se intercambien una monedas por otras. Este mercado determina los tipos de cambio, los precios a los que se intercambian las monedas. El mercado de divisas no esta localizado en ningún lugar geográfico. Más bien es un mercado electrónico global, que utilizan los participantes de todo el mundo para comprar y vender monedas.

Cuando se analizan los movimientos de los tipos de cambio, los economistas utilizan términos especializados para evitar confusiones. Cuando una moneda se hace más valiosa en términos de otras monedas, se dice que la moneda se aprecia. Cuando una moneda pierde valor en términos de otras monedas, se dice que la moneda se deprecia.

Los movimientos de los tipos de cambio, si todo lo demás no varía, afectan a los precios relativos de los bienes, de los servicios y de los activos en los diferentes países.


5.2. El tipo de cambio de equilibrio

El tipo de cambio de equilibrio es el tipo de cambio con el que la cantidad demandada de una determinada moneda en el mercado de divisas es igual a la cantidad ofrecida de esa misma moneda.

Las variaciones del tipo de cambio garantizan que los cambios de la cuenta financiera y de la cuenta corriente se compensen mutuamente.

Supongamos que hay una disminución de los flujos de capitales desde Europa hacia los Estados Unidos de América. La demanda de dólares en el mercado de divisas disminuye, y el dólar se deprecia: se reduce la cantidad de euros por dólar en el tipo de cambio de equilibrio. Esto lleva a los estadounidenses a comprar menos productos europeos y a los europeos a comprar más productos de los Estados Unidos de América. Al final, esto genera un aumento del saldo de la balanza de pagos por cuenta corriente de los Estados Unidos de América. Por tanto, una caída de los flujos de capitales hacia los Estados Unidos de América debilita al dólar, lo que a su vez genera un aumento de las exportaciones netas de los Estados Unidos de América.

5.3. La inflación y los tipos de cambio reales

En 1993, un dólar se cambiaba por 3,1 pesos mexicanos y en 2011 por 12,4 pesos. ¿Se abarataron mucho los productos mexicanos en relación con los productos estadounidenses en ese periodo de 18 años?¿Disminuyeron también los precios de los productos mexicanos, expresados en dólares? La respuesta es no, porque durante ese período México tuvo una inflación mucho más alta que los Estados Unidos de América. De hecho los precios comparados variaron muy poco entre 1993 y 2011.

Para tener en cuenta los efectos de las diferencias entre las tasas de inflación, los economistas calculan los tipos de cambio reales, que son los tipos de cambio ajustados por las diferencias internacionales en los niveles agregados de precios. Supongamos que el tipo de cambio que estamos observando es la cantidad de pesos mexicanos por dólar. Llamemos PEEUU y Pmex a los índices de precios agregados de los Estados Unidos de América y de México, respectivamente. Entonces, el tipo de cambio real entre el peso mexicano y el dólar de Estados Unidos de América se define como:

 

Para distinguirlo del tipo de cambio real, al tipo de cambio que no está ajustado por los niveles agregados de precios, se le llama a veces tipo de cambio nominal.

Para todos los bienes y servicios que se comercien: la cuenta corriente responde solo a las variaciones de los tipos de cambio reales, no a las variaciones de los tipos de cambio nominales. Los productos de un país, se abaratan para los extranjeros solo cuando la moneda de ese país se deprecia en términos reales, y esos productos solo se encarecen para los extranjeros cuando la moneda se aprecia en términos reales. Como consecuencia, los economistas que analizan las variaciones de las exportaciones y de las importaciones de bienes y servicios se centran en el tipo de cambio real, no en el tipo de cambio nominal.

5.4. Paridad del poder adquisitivo

Para analizar los tipos de cambio, existe una herramienta muy útil, que está estrechamente ligada al concepto de cambio real y que se llama paridad del poder adquisitivo. La paridad del poder adquisitivo entre las monedas de dos países es el tipo de cambio nominal con el que una determinada cesta de bienes y servicios costaría lo mismo en los dos países.

Los cálculos de la paridad del poder adquisitivo normalmente se hacen estimando el coste de amplias cestas de la compra que contienen muchos bienes y servicios.

Los tipos de cambio nominales casi siempre son diferentes de la paridad del poder adquisitivo. Algunas de estas diferencias son sistemáticas: en general los niveles agregados de precios son más bajos en los países pobres que en los países ricos porque los servicios tienden a ser más baratos en los países pobres.

A largo plazo, sin embargo, las paridades del poder adquisitivo son muy útiles para predecir las variaciones de los tipos de cambio nominales. En concreto, los tipos de cambio nominales entre países que tienen niveles de desarrollo económico similares tienden a fluctuar en torno a los niveles con los que una determinada cesta de la compra tiene costes similares.

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