Las crisis bancarias han sido en general por problemas económicos importantes.
4.1. Crisis grave, recuperación lenta
La gran crisis y la lenta recuperación fueron malas noticias para los trabajadores, puesto que un mercado laboral, depende de que una economía crezca lo suficiente y rápido como para absorber tanto a una población activa creciente como a una productividad en aumento.
4.2. Las consecuencias de la crisis en Europa
La crisis de 2008 fue causada por problemas con la deuda privada, sobre todo créditos para la compra de viviendas que desencadenaron a una crisis de confianza en los bancos.
Los primeros problemas aparecieron en Grecia, un país con una larga historia de irresponsabilidad fiscal.
Los problemas fiscales de España fueron sobre todo una consecuencia de la crisis de 2008. Antes de la misma, España parecía estar en muy buena condición fiscal, con una deuda pequeña y un superávit presupuestario. Sin embargo, España como Irlanda, sufrió una gran burbuja inmobiliaria entre 2000 y 2007. Cuando estallo la burbuja, la economía española cayó en una recesión profunda, que disminuyó los ingresos impositivos y generó grandes déficits presupuestarios. Al mismo tiempo existía la preocupación de que el gobierno español pudiera tener que gastar en algún momento grandes sumas de dinero para rescatar a bancos. Como consecuencia, los inversores empezaron a preocuparse por la solvencia del gobierno español y por su posible impago de la deuda, lo que aumento los tipos de interés.
En Italia fue algo diferente, Italia ha tenido mucho tiempo elevados niveles de deuda pública como porcentaje de su Producto Interior Bruto, pero no ha tenido grandes déficits en los últimos años, todavía en la primavera de 2010 su posición fiscal parecía estable. A partir de entonces los inversores empezaron a tener dudas sobre la solvencia del gobierno italiano, en parte porque después de la crisis, la economía italiana estaba creciendo muy lentamente, se temió como para generar los ingresos fiscales suficientes para devolver su deuda pública. Estas dudas subieron el tipo de interés de la deuda italiana, y estos a su vez, creó un circulo vicioso, pagos con tipos de interés más altos, causados por temores sobre la solvencia del gobierno italiano.
4.3. El debate sobre estímulos y austeridad
La persistencia de dificultades económicas después de la crisis financiera generó intensos debates acerca de respuestas apropiadas de política económica.
Los economistas y los gestores de la política estaban divididos respecto a si la situación requería más estímulos fiscales o austeridad fiscal, para reducir el déficits presupuestario.
Los partidarios de más estímulos subrayaban el hecho de que continuaba la baja actividad en las principales economías, argumentando que la combinación de desempleo elevado e inflación baja, indicaba la necesidad de políticas expansionistas.
El otro lado de austeridad adoptó un punto de vista muy diferente. Influenciados por Grecia, España e Irlanda e Italia, defendían que el origen común de todos los problemas eran los altos niveles de déficit y de deuda pública.
4.4. La lección de la recesión posterior a la crisis
Casi todas las economías importantes tuvieron dificultades para hacer frente a la crisis de 2008.
Por supuesto la mejor manera de evitar los problemas que aparecen después de una crisis financiera es, en primer lugar no tener la crisis. Esto se consigue con una mejor regulación de las instituciones financieras.