En el mundo real existe una variedad alucinante de mercados diferentes. Observamos pautas de conducta muy variadas entre los productores de distintos mercados: en algunos, los productores son extremadamente competitivos; en otros, parece que de algún modo coordinan sus acciones para evitar competir entre sí; y como acabamos de describir, algunos mercados son monopolios en los que no existe la competencia. Para desarrollar principios y hacer predicciones sobre los mercados y sobre cómo se comportarán los productores en esos mercados, los economistas han desarrollado cuatro modelos básicos de estructura de mercado: competencia perfecta, monopolio, oligopolio y competencia monopolística.
Este sistema de estructuras de mercado se basa en dos características:
- El número de productores que hay en el mercado (uno, pocos o muchos)
- Si los bienes ofrecidos son idénticos o están diferenciados
En el monopolio, un único productor vende un único bien no diferenciado. En el oligopolio, unos pocos productores venden productos que pueden ser idénticos o diferenciados. En la competencia monopolística, muchos productores, vende cada uno un producto diferenciado. En la competencia perfecta muchos productores venden un producto idéntico.
Dependiendo de la dificultad de entrada de nuevas empresas en el mercado, las industrias tienden a ser monopolios u oligopolios (difícil entrada de nuevas empresas), o tienden a ser perfectamente competitivas o monopolísticamente competitivas.