El proceso de institucionalización de estas relaciones multilaterales se vio profundamente influido, desde el comienzo, por la experiencia comunitaria europea y por la tradición interamericana.
La descolonización ha transformado el mapa del mundo: frente a un Norte constituido en bloques económicos y cada vez más lejano, los países del Sur siente, igualmente, la necesidad de organizarse para alcanzar sus objetivos básicos y, entre ellos, claro está el del desarrollo.
La institucionalización del regionalismo internacional en estas áreas del planeta se ha concretado en un elevado número de organizaciones internacionales de alcance geográfico y objetivos muy variados sustentadas en unas solidaridades particulares de muy diversa naturaleza.
Por lo que respecta a sus actividades, no todas conocen el mismo grado de dinamismo.