El éxito en un juicio no solo depende de los argumentos jurídicos sólidos, sino también de cómo se comunican. Una palabra mal elegida, una respuesta impulsiva o una declaración ambigua pueden perjudicar gravemente el caso de un cliente. Por eso, contar con una guía clara sobre qué decir (y qué evitar) en el tribunal es esencial para cualquier abogado.
Uno de los momentos más delicados en cualquier procedimiento judicial es el juicio oral. No importa cuánto se haya preparado el caso o qué tan sólida sea la estrategia jurídica: una frase mal dicha por un testigo o cliente puede comprometer toda la línea argumentativa. Por eso, cada vez más despachos están incorporando un recurso tan simple como eficaz: una plantilla de frases recomendadas y frases a evitar en sala. Una guía estilo “di esto, no digas aquello” que permite entrenar rápidamente a quienes no están familiarizados con la dinámica judicial y también sirve como brújula para abogados junior que aún no dominan la sutileza del lenguaje procesal.
En este artículo, presentamos una plantilla básica que todo despacho debería tener a mano para preparar a sus clientes y abogados antes de un juicio, asegurando que las intervenciones sean precisas, profesionales y estratégicamente efectivas.
1. Lo que SÍ debes decir en juicio
a) Respuestas claras y concisas
En un juicio, menos es más. Las respuestas deben ser directas, sin divagaciones. Ejemplos:
- "Sí, reconozco el documento."
- "No, no estuve presente en ese momento."
b) Afirmaciones basadas en hechos
Siempre que sea posible, hay que respaldar las declaraciones con pruebas.
- "Según el informe pericial, los daños ocurrieron el 15 de enero."
- "Tengo el correo electrónico que confirma el acuerdo."
c) Lenguaje respetuoso
Mantener la cortesía refuerza la credibilidad.
- "Con el debido respeto, discrepo de la interpretación del testigo."
- "Agradezco la oportunidad de aclarar este punto."
d) Admitir lo que no se sabe
Es mejor reconocer la ignorancia que inventar una respuesta.
- "No recuerdo ese detalle con exactitud."
- "No tengo conocimiento de ese documento."
2. Lo que NO debes decir en juicio
a) Opiniones personales o emocionales
El tribunal valora hechos, no sentimientos. Evitar:
- "Creo que el juez está siendo injusto."
- "Me parece que la otra parte miente."
b) Generalizaciones o exageraciones
Las afirmaciones vagas pueden ser desmontadas fácilmente.
- ❌ "Siempre actúa de mala fe."
- ✅ "En esta ocasión, no cumplió con lo pactado."
c) Respuestas sarcásticas o irónicas
El humor y la ironía rara vez funcionan en un juicio.
- ❌ "¿En serio me está preguntando eso?"
- ✅ "No entiendo la pregunta, ¿podría reformularla?"
d) Admitir algo sin consultar con el abogado
Algunas preguntas son trampa. Si hay duda, es mejor pedir tiempo.
- ❌ "Sí, firmé el contrato, pero no lo leí."
- ✅ "Necesito consultar con mi abogado antes de responder."
3. La plantilla básica para preparar a clientes y abogados
Todo despacho debería tener un protocolo escrito con las siguientes pautas:
Para clientes:
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Antes del juicio:
- Revisar los documentos clave.
- Practicar posibles preguntas y respuestas.
- Recordar no discutir con el juez o la contraparte.
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Durante el juicio:
- Escuchar atentamente antes de responder.
- Mantener la calma, incluso bajo presión.
- Si no entiende una pregunta, pedir que se repita.
Para abogados:
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Al interrogar a testigos:
- Usar preguntas cerradas (Sí/No) con testigos hostiles.
- Permitir que los testigos favorables expliquen sus respuestas.
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Al presentar argumentos:
- Estructurar las intervenciones en: hecho, norma y conclusión.
- Evitar tecnicismos innecesarios si el juez no es especializado.
Conclusión
La comunicación en un juicio puede definir el resultado del caso. Tener una plantilla clara sobre qué decir y qué evitar no solo mejora la eficacia de la defensa, sino que también reduce riesgos innecesarios. Los mejores despachos no dejan al azar las declaraciones en juicio: preparan minuciosamente cada intervención, asegurando que cada palabra sume, nunca reste.
Invertir tiempo en entrenar a clientes y abogados en estas técnicas es una garantía de profesionalismo y éxito en la sala de juicios.
