Los bienes y servicios comprados en otros países son importaciones, los bienes y servicios vendidos a otros países son exportaciones.
El comercio exterior no es la única vía por la que los países interactúan económicamente. En el mundo moderno, los inversores de un país, invierten fondos en otra nación; muchas empresas son multinacionales, con filiales que operan en varios países; y un número cada vez mayor de personas trabajan en países que no son su país de origen. El crecimiento de todos estos tipos de vínculos económicos entre países es lo que llamamos globalización.
1.1.Una reinterpretación de las posibilidades de producción y la ventaja comparativa
Para producir componentes de automóvil cualquier país tiene que utilizar recursos, tierra, trabajo, capital, y así sucesivamente, que podrían haber sido utilizados para producir otras cosas. La producción potencial de otros bienes a la que el país ha de renunciar para producir un componente de automóvil es el coste de oportunidad de ses componente.
En algunos casos, es fácil ver por qué el coste de oportunidad de producir un bien es especialmente bajo en un país determinado. Consideremos un ejemplo, las gambas, que se consumen en EEUU proceden ahora de piscifactorías situadas en Vietnam o Tailandia. Es mucho más fácil producir gambas en Vietnam, donde el clima es casi ideal y donde hay largas extensiones de costas aptas para la instalación de piscifactorías, que en los países de EEUU.
En otros casos, las cosas no son tan obvias. Es fácil producir componentes de automóvil en EEUU como en México, y los trabajadores mexicanos que hacen esos componentes son, por supuesto menos eficientes que sus colegas estadounidenses. Pero los trabajadores mexicanos son muchísimo menos eficientes que los de EEUU en otras áreas, como por ejemplo, la producción de aviones o la producción química. Esto quiere decir que dedicar un trabajador mexicano a producir componentes de automóvil reduce la producción de otros bienes menos que si se dedica un trabajador de los EEUU a producir componentes de automóvil. Es decir, el coste de oportunidad de producir componentes de automóvil en México es menor que en los EEUU.
El análisis del comercio internacional bajo el supuesto de que los costes de oportunidad son constantes, lo que da lugar a que las fronteras de posibilidades de producción sean líneas rectas, se conoce con el nombre de modelo ricardiano del comercio internacional.
Los economistas utilizan el término autarquía para referirse a una situación en la que un país no comercia con otros países.
Dos países pueden estar mejor, si comercian entre sí que si no comercian. Un país podrá conseguir mejor especialización en la producción del bien en el que tiene ventaja comparativa y exportando ese bien, e importando el bien en el que tiene una desventaja comparativa.
1.2.Las ganancias del comercio internacional
Cada país se tiene que concentrar en producir el bien en el que tiene ventaja comparativa, así la producción total mundial aumenta, permitiendo un mayor nivel de vida a ambas naciones. En realidad las decisiones de consumo de un país dependen de las preferencias de sus residentes y de los precios relativos, los precios de un bien en términos de otro en los mercados internacionales.
Un requisito que tiene que tener que satisfacer los precios relativos es que ningún país pague un precio relativo mayor que su coste de oportunidad de obtener el bien en autarquía.
1.3.Ventaja comparativa frente a ventaja absoluta
Es fácil entender porque Vietnam tiene ventaja comparativa en la producción de gambas: tiene un clima tropical más adecuado que los EEUU. Por eso los EEUU importa gambas de Vietnam.
La importación por EEUU de componentes de automóvil fabricados en México es un caso ilustrativo. No hay nada en el clima ni en los recursos , de hecho, es casi seguro que producir un asiento de automóvil en EEUU requiere menos horas que en México.
¿Por qué, entonces, EEUU compra componentes de automóvil a México? Porque las ganancias del comercio dependen de la ventaja comparativa, no de la ventaja absoluta. Efectivamente, se necesita menos trabajo para producir un conjunto de cables eléctricos en EEUU que en México. Es decir, la productividad de los trabajadores mexicanos que producen componentes de automóvil es menor que las de los estadounidenses. Pero lo que determina la ventaja comparativa no es la cantidad de recursos que se necesitan para producir un bien, sino el coste de oportunidad de ese bien, aquí, la cantidad de otros bienes que hay que dejar de producir para producir un asiento de automóvil. Y el coste de oportunidad de los componentes de automóvil es menor en México que en los EEUU.
Por lo tanto, el coste de oportunidad de producir componentes de automóvil es menor en México que en los EEUU.
La ventaja comparativa de México en los componentes de automóvil se refleja en los mercados mundiales a través de los salarios que se pagan a los trabajadores mexicanos. En los países en los que el trabajo es muy productivo en muchas industrias, los empresarios están dispuestos a pagar salarios altos para atraer a los trabajadores, de modo que la competencia entre los empleados genera una tasa salarial global alta. En los países en los que el trabajo es menos productivo, la competencia por los trabajadores es menos intensa y los salarios, como consecuencia, son más bajos.
El tipo de comercio que tiene lugar entre economías con salarios bajos y con baja productividad como México, y economías con salarios alto y con alta productividad como EEUU, hace que surjan dos percepciones erróneas. Una la falacia del empobrecimiento de los trabajadores, es la creencia de que, cuando un país con salarios altos importa bienes producidos por trabajadores que cobran salarios bajos. La otra falacia de la explotación del trabajo, es la creencia de que el comercio debe ser perjudicial para los trabajadores de los países exportadores pobres, porque esos trabajadores cobran salarios muy bajos respecto a los estándares de los países ricos.
El comercio internacional que depende de exportaciones de bienes producidos con salarios bajos, puede, pese a todo, mejorar el nivel de vida de un país. Esto es especialmente cierto para las naciones con salarios muy bajos. Muchos países, serían aún más pobres de lo que son, sus ciudadanos, si no pudieran exportar bienes.
1.4.Las fuentes de la ventaja comparativa
El comercio internacional está dirigido por la ventaja comparativa. Pero ¿de donde surge la ventaja comparativa? Los economistas internacionales han encontrado tres fuentes principales:
- Diferencias internacionales en el clima.
- Diferencias internacionales en la dotación de factores.
- Diferencias internacionales en la tecnología.
A)Diferencias en el clima
Una razón fundamental por la que el coste de oportunidad de producir gambas es menor en Vietnam que en EEUU es que las gambas necesitan aguas cálidas. En general, las diferencias climáticas desempeñan un papel importante en el comercio internacional.
B)Diferencias en las dotaciones de factores
Canadá es uno de los principales exportadores de productos forestales porque la relación entre la extensión de sus bosques y su población activa es mucho mayor que la relación entre la superficie forestal y la población activa de los EEUU por ejemplo.
Los bosques, lo mismo que el trabajo y el capital, son un factor de producción: un input utilizado para producir bienes y servicios. Como resultado, la combinación de factores productivos disponibles es diferente entre los distintos países, dando lugar a una importante fuente de ventaja comparativa. La relación entre la ventaja comparativa y la disponibilidad de factores productivos se recoge en un modelo de comercio internacional muy conocido, el modelo de Heckscher-Ohlin, desarrollado por dos economistas suecos en la primera mitad del siglo XX.
Dos conceptos claves del modelo son la abundancia de un factor y la intensidad de un factor. La abundancia de un factor hace referencia al tamaño de la oferta del factor en relación a las ofertas de otros factores. La intensidad de un factor se refiere al hecho de que los productores utilizan ratios de factores productivos en la producción de los distintos bienes. Por ejemplo, las refinerías de petróleo utilizan mucho más capital por trabajador que las fábricas textiles. Los economistas utilizan el término intensidad de un factor para describir esta diferencia entre los bienes: las refinerías de petróleo son intensivas en capital, porque tienden a utilizar un ratio capital-trabajo alto, pero la producción de asientos de automóviles es intensiva en trabajo, porque tienden a utilizar un ratio elevado entre trabajo y capital.
Según el modelo de Heckscher-Ohlin, un país tiene una oferta abundante de un factor de producción tendrá una ventaja comparativa en los bienes cuya producción sea intensiva en ese factor.
La intuición básica que hay detrás de este resultado es sencilla y se basa en el coste de oportunidad. El coste de oportunidad de un factor determinado -el valor que el factor generaría en utilizaciones alternativas- es bajo en un país en el que hay abundancia relativa de ese factor. En relación a los EEUU, México tiene abundancia de trabajo con baja cualificación. Como consecuencia, el coste de oportunidad de la producción de bienes intensivos en trabajo poco cualificado es menor en México que en los EEUU.
El ejemplo más elocuente de la validez del modelo de Heckscher-Ohlin es el comercio internacional de ropa.
El hecho de que gran parte del comercio internacional se deba a diferencias en las dotaciones de los factores productivos ayuda a explicar otro fenómeno: la especialización internacional de la producción es muchas veces incompleta. Es decir, es frecuente que un país mantenga cierta producción propia de un bien que importa. Un buen ejemplo es el de los EEUU y el petróleo. Arabia Saudí exporta petróleo a los EEUU porque tiene una oferta de petróleo muy abundante en relación a sus otros factores productivos; los EEUU exportan instrumental médico a Arabia Saudí porque tienen una abundante oferta de expertos en tecnología médica en relación a sus otros factores de producción. Pero EEUU sigue extrayendo petróleo en Texas y Alaska porque es rentable hacerlo.
C)Diferencias en la tecnología
En las décadas de 1970 y 1980 Japón se convirtió con diferencia en el mayor exportador de automóviles del mundo. La ventaja comparativa no se debía al clima ni a la dotación de factores, sino que estaba basada en las mejores técnicas de producción desarrolladas por sus fabricantes, que les permitían fabricar más automóviles que sus competidores europeos y estadounidenses, con una determinada cantidad de trabajo y de capital.
La ventaja comparativa de Japón era un caso de ventaja comparativa debida a diferencias en la tecnología.
Las causas de las diferencias tecnológicas son en cierto modo misteriosas. Unas veces parece estar basadas en el conocimiento acumulado gracias a la experiencia, y otras veces son el resultado de un conjunto de innovaciones tecnológicas, que por alguna razón, tienen lugar en un país, pero no en otros. La ventaja tecnológica, sin embargo, es muchas veces transitoria.