Se desintegra la I República y Martínez Campos proclamó en Sagunto, Rey de España a Alfonso XII en 1874. La Restauración monárquica y dinástica fue aceptada de modo general, salvo por los sectores republicano y carlista ya que el régimen anterior se había agotado por completo.
Tras el pronunciamiento de Sagunto, Cánovas constituyó un Ministerio-Regencia, presidido por él mismo, hasta la llegada de Alfonso XII, Gobierno que sería confirmado por el Rey a su venida. El Ministerio-Regencia de Cánovas fue casi dictatorial con censura y prohibición a la prensa.