Se llama shock de oferta a cualquier acontecimiento que desplace la curva de oferta agregada a corto plazo: una variación de los precios de las materias primas, de los salarios nominales o de la productividad.
Un shock de oferta negativo eleva los costes de producción y reduce la cantidad que los productores están dispuestos a ofrecer a cada nivel agregado de precios, provocando un desplazamiento hacia la izquierda de la curva de oferta agregada a corto plazo.