Las Organizaciones Internacionales en América son en buena parte expresión de un intento de institucionalizar la cooperación, en distintas esferas y niveles, entre los países del centro y el sur de América, fuera de la égida de los EEUU, que de hecho ha venido ejerciéndose por vía bilateral o a través de mecanismos como la Alianza para el Progreso en un contexto poco propicio para el desarrollo autónomo de aquellos países.