La dictadura de Primo de Rivera supuso una interrupción del orden constitucional.
La crisis económica de 1929 y el descontento general ante la dictadura propiciaron la renuncia de Primo de Rivera en enero de 1930. El Rey Alfonso XIII nombraría Presidente del Gobierno al General Berenguer, que fracasaría en su intento de volver al sistema de la Restauración; en febrero el Rey encargaría formar Gobierno al Almirante Aznar, que con el sistema electoral de la restauración convocaría elecciones municipales, pero que para el pueblo español se presentaban como un verdadero referéndum sobre Monarquía o República, celebradas éstas el 12 de abril, los resultados no dejaban dudas sobre el deseo de los españoles. El 14 de abril se proclamó la República, se formó un Gobierno provisional y el Rey abandonaba España.