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La economía en su conjunto tiene momentos de alza y de baja. Para entender las recesiones es preciso comprender las interacciones en el conjunto de la economía, y para estudiar una visión global de la economía hay que entender los 3 principios más importantes de la Economía en su conjunto:

  1. Un gasto de una persona es un ingreso para otra persona.
  2. El gasto total algunas veces no coincide con la capacidad productiva de la economía.
  3. Las políticas públicas pueden modificar el gasto.

4.1. Principio 10: Un gasto de una persona es un ingreso para otra persona

En una economía de mercado, la gente se gana la vida vendiendo cosas a los demás, incluida su fuerza de trabajo. Si un grupo de personas, por el motivo que sea, deciden aumentar sus gastos, los ingresos de los demás aumentarán. Si por el contrario se decide gastar menos, la renta de los demás se reducirá. Esto es el ejemplo del décimo principio:

“El gasto de una persona es un ingreso de otra persona”.

Dado que el gasto de cada persona es un ingreso para otra persona, una reacción en cadena de los comportamientos de gasto tiende a tener repercusiones que se extienden para toda la economía. Por ejemplo, una caída del gasto de inversión de las empresas, como la que se produjo den 2008, llevó a una reducción de las rentas de las familias; las familias respondieron disminuyendo el gasto de consumo; esto llevó a otra ronda de disminuciones de ingresos; y así sucesivamente. Este tipo de repercusiones son fundamentales para explicar las recesiones y las expansiones.

4.2. Principio 11: El gasto total algunas veces no coincide con la capacidad productiva de la economía

La Macroeconomía surgió como una rama separada de la Economía en la década de 1930, cuando un colapso del gasto de los consumidores y de las empresas, una crisis en el sector financiero, y otros factores, provocaron el hundimiento del gasto agregado. Esta caída del gasto provoco a su vez un período de desempleo muy elevado que se conoce como la Gran Depresión.

Las turbulencias de la Gran Depresión enseñaron a los economistas una importante lección: el gasto agregado -es decir, la cantidad total de bienes y servicios que los consumidores y las empresas quieren comprar- algunas veces no coincide con la cantidad total de bienes y servicios que la economía puede producir. En realidad, las reducciones en el gasto están en el origen de la mayoría de recesiones, pero no de todas.

También es posible que el gasto total sea excesivo. En este caso aparecerá la inflación, un aumento generalizado de los precios en la economía. En general, este aumento de los precios se debe a que, si la cantidad de bienes que los consumidores quieren comprar supera a la oferta disponible, los productores pueden subir sus precios y seguir teniendo clientes dispuestos a pagar. Tanto la escasez como los excesos de gasto nos lleva al undécimo principio:

“El gasto total algunas veces no coincide con la capacidad productiva de la economía”.

4.3. Principio 12: Las políticas públicas pueden modificar el gasto

El gasto agregado algunas veces no coincide con la capacidad productiva de la economía. ¿Se puede hacer algo al respecto? Por supuesto que sí, lo que nos lleva al duodécimo principio:

“Las políticas públicas pueden cambiar el gasto”.

El Gobierno puede modificar el gasto o cuánto recauda en impuestos, además controla la cantidad de dinero en circulación, lo que es un instrumento muy potente para influir en el gasto total. El gasto público, los impuestos y el control monetario son las herramientas de la política macroeconómica.

Los gobiernos modernos usan estas herramientas para controlar el gasto agregado de la economía, intentando mantener alejados los peligros de la inflación y la recesión. Pero no siempre tienen éxito.

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