Una vez estudiados los diferentes instrumentos de medida del tamaño del sector público, podemos realizar una comparación entre los datos correspondientes a nuestro país y el de las economías de otros miembros de la Unión Europea. A partir de tal comparación, se ponen de manifiesto algunos extremos, entre los que se pueden destacar los siguientes:
- La importancia cuantitativa del gasto público en proporción al Producto Interior Bruto. La mayoría de los estados europeos destinan al gasto público más del 45% de los bienes y servicios producidos.
- Los ingresos públicos ordinarios, sobre el total de la renta generada. De cada 100€ ganados, 40 o 50 se destinan al pago de diversos tributos.
- En España, el gasto público y los ingresos ordinarios en el Producto Interior Bruto están por debajo de otras economías. Aunque hay quien defiende que la presión fiscal en España puede ser incrementada hasta la media europea, existen dos posiciones complementarias que lo contradicen.
- Nuestro país presenta un índice superior de esfuerzo tributario al detectado en otros países.
- La presión fiscal ha aumentado a un ritmo muy superior al resto de los países, causando un crecimiento rápido de efectos negativos.
- Situación de déficit o superávit de las cuentas públicas de los distintos países miembros de la Unión.
- Los datos de 2007 indicaban que aunque muchos países de la Unión Europea estaban liquidados sus presupuestos con déficit, éste se iba reduciendo; dentro de ellos se podía hacer notar el caso de España que cerraba sus cuentas en superávit. Paralelamente, se ha apreció una paulatina disminución de la deuda acumulada.
- La crisis económica que sufrieron las economías occidentales a partir de 2008 cambió las cosas sustancialmente con una reaparición de los déficits que alcanzaron cifras importantes.