Los problemas de crecimiento económico son aquellos que hacen referencia a las posibilidades de aumentar la producción de bienes y servicios a lo largo del tiempo. Si esta capacidad de producción depende de la cantidad de recursos de que dispone el país, parece lógico centrar los temas de crecimiento en el examen de las causas que explican un aumento en los recursos.
Los recursos se resumen en tres factores fundamentales: la tierra (L), el trabajo (N) y el equipo capital (K). El factor que más interés ha despertado ha sido el capital. Se define la Inversión como el incremento en el equipo capital de una economía, de ahí que el estudio de los problemas de crecimiento esté unido al análisis de los procesos de ahorro e inversión.
A partir de estas afirmaciones, resulta relativamente fácil considerar qué respuesta se da desde una perspectiva liberal a los problemas de crecimiento económico y, una vez más, el mercado es capaz de solventar esta cuestión.
Para ello, basta con aceptar que los ciudadanos ofrecen sus ahorros en los mercados financieros y que las empresas demandan tales fondos para financiar sus proyectos de inversión. En el primer caso, es lógico suponer que cuanto mayor sea el tipo de interés que se ofrece, mayor la disponibilidad a ahorrar de los ciudadanos. En el segundo, tampoco es difícil comprender que cuanto más alto sea el tipo de interés, menos proyectos de inversión llevarán a cabo los empresarios, pues si, por ejemplo, se debe pagar un 10% por tomar dinero prestado, se exigirá una rentabilidad del proyecto de inversión superior a esa cifra para realizarlo. De esta manera, tendremos una situación como la descrita en la Figura 2.4.
En el gráfico se representan la demanda de fondos por los empresarios (para invertir) y la oferta de esos fondos (procedentes del ahorro de los consumidores). El libre funcionamiento del mercado establece un valor de equilibrio para el tipo de interés y para el volumen de ahorro e inversión que produce el país. Ese nivel de inversión es lo que explica el ritmo de crecimiento económico.
La actividad del sector público resulta contraproducente en este proceso, pues, al cobrar impuestos, reduce la renta disponible de los ciudadanos y por tanto, su ahorro.
Frente al planteamiento liberal que acabamos de exponer, los defensores de la intervención del sector público ponen de manifiesto que el papel del Estado no es tan negativo:
- Se afirma que el efecto total sobre el crecimiento económico es indeterminado, pues, con los impuestos, el sector público lleva a cabo gastos de infraestructura que colaboran, decisivamente, en el desarrollo del país.
- Se considera que la libre acción privada, tiende a perpetuar e incluso acentuar los desequilibrios territoriales (con zonas cada vez más deprimidas) frente a otras que sufren los efectos de una creciente congestión.
- Se afirma que los procesos de reindustrialización exigen un papel directo del Estado con el objetivo de hacer mínimos los costes del proceso de ajuste.
- Se defiende que el crecimiento económico en la actualidad depende de las innovaciones tecnológicas y del desarrollo técnico, aspectos en los que la intervención del sector público es decisiva.