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2.1. Composición y funcionamiento

La Ekklesía es una Asamblea popular instaurada por Solón en el 594 a. C. Su aparición debilitó notablemente el poder de un órgano colegiado de la época monárquica y de origen muy remoto, llamado Consejo del Areópago.

En tiempo de Solón sus miembros representan a la clase poderosa económicamente y no a la aristocracia que hasta entonces, dominaba el Consejo. Los poderes políticos de este Consejo son definitivamente limitados por la reforma institucional de Clístenes al final del siglo VI a.C. La causa fue proclamar el principio fundamental de la isonomía, es decir, del principio de igualdad de todos los ciudadanos atenienses en la Ley y ante la Ley.

Si bien la Ekklesía es una creación de Solón, Clístenes puede ser considerado su refundador ya que es el que posibilita el pleno desarrollo y funcionamiento de un órgano político depositario de la soberanía popular.

Dada la composición ciudadana de la Asamblea, la opinión de la Cámara, expresada por el mero voto popular, se prestaba a eventuales manipulaciones de cualquier orador demagogo antes de procederse a la votación de una propuesta que pretendiese su aprobación como Ley.

Así, como resulta obvio las decisiones de la Ekklesía no siempre se deben a una serena reflexión acerca de lo que más convenía a los intereses generales de la polis.

Al ocupar Pericles el poder, siglo V a.C, la Ekklesía se encuentra en un proceso paulatino de pérdida de representatividad debido a la abstención o escasa participación ciudadana que obedecía a varias causas. En primer lugar, una cierta merma del prestigio de la Asamblea.

En segundo lugar, una razón económica limita a los ciudadanos más pobres su participación en sus sesiones.

La abstención llega a tal grado que Péneles decide establecer un salario a los asistentes.

Esto posibilitó que la Asamblea fuese representativa de la auténtica voluntad ciudadana y no sólo de las clases aristócratas y más pudientes.

Forman parte de la Ekklesía, todos los ciudadanos atenienses mayores de edad. La ciudadanía era condición de unos pocos, ya que se exigía que los dos progenitores la ostentasen.

La mayoría de edad se sitúa entre los 18 y los 20 años. Sólo los varones participaron en la Ekklesía. La base de la Ekklesía era la elaboración del censo ateniense. Dicho censo político llega a alcanzar a más de 30.000 personas.

La Ekklesía se reúne con periodicidad. La media de reuniones de esta Asamblea en el siglo V a.C. sería de unas cuarenta sesiones al año. A ellas se debe sumar la convocatoria de sesiones de carácter extraordinario.

En Atenas, el derecho de participación se plantea también como un deber que todo buen ciudadano debe observar a interesarse por los asuntos de la polis.

El ciudadano era convocado a votar directamente, sin necesidad de que lo hiciese por él un representante político. No existen en Atenas partidos políticos.

Esta innecesaria intermediación posibilita que cada uno de los miembros, con participación política activa en la polis, pueda emitir su voto en la Ekklesía. Además el ciudadano ateniense puede expresar libremente su parecer en el ágora, lugar público en el que se desarrolla la vida ciudadana.

En cuanto al funcionamiento de la Ekklesía, quedaba válidamente constituida con independencia de los miembros que acudiesen a su convocatoria. No obstante, para determinados acuerdos se requirió un determinado quórum.

La sesión se inicia con la exposición del asunto a tratar. Se realizan intervenciones, por lo general de brillante oratoria, defendiendo o atacando su procedencia. A continuación se procede a la votación que se realiza a mano alzada.

Las decisiones se adoptan en virtud del voto mayoritario, con mayoría simple.

2.2. Competencias

A) Consideraciones generales

La soberanía radicaba en la Ekklesia, ya que representa al pueblo. Por ello, puede afirmarse que el sistema democrático encuentra su origen en el desarrollo del régimen político ateniense a comienzos del siglo VI a.C.

La Ekklesia es el principal órgano que representa el ideal democrático.

De ahí que se la puede considerar depositaría de la soberanía popular. La noción de Ley es la expresión de la voluntad mayoritaria de la Cámara.

Las principales funciones que asume la Ekklesía son las siguientes: función legislativa, función electoral, función de control de los cargos públicos y función judicial además de ciertas funciones religiosas o sagradas.

Por lo que se refiere a ciertas funciones judiciales, quedaban restringidas a la persecución y castigo de crímenes políticos. Desde la mitad del siglo IV a.C, la competencia judicial recae en Tribunales de justicia.

En la democracia ateniense está oficialmente presente la Religión. En este sentido, la Asamblea ciudadana en sus reuniones oficiales da prioridad al tratamiento y debate sobre los asuntos religiosos.

B) Especial referencia a la función legislativa

En el ejercicio de la función legislativa la Ekklesía aprueba las normas por las que se rige la sociedad y también decisiones trascendentales como la declaración de guerra o la concesión de la ciudadanía ateniense.

En el proceso de elaboración de una Ley interviene de modo fundamental la Boulé. Se trata de un Consejo compuesto por quinientos miembros elegidos, y renovados por la Ekklesía cada año. Es es un órgano de consulta y asesoramiento.

Este importante órgano podría encontrar en el Senado de la República romana cierto equivalente, aunque con diferencias. La mayor coincidencia es que ambos están dotados de prestigio moral y ascendiente e influencia social.

La Boulé prepara y elabora los asuntos que deben ser debatidos en la Asamblea.

Además, se encarga de hacer efectivas y ejecutar las decisiones adoptadas en la Ekklesia.

El modelo político actual que más se asemeja a este sistema es el que se practica en diferentes cantones de Suiza. En ellos existe un órgano que congrega a todos los ciudadanos con derecho de voto y un órgano técnico propone a la Asamblea los asuntos que le parecen convenientes.

Hasta el siglo V a.C, la Ekklesía tiene un poder legislativo ilimitado. Será Pericles quien trate de encontrar un sistema de limitación del poder de la Asamblea ciudadana ateniense. Establece un cierto poder de control sobre su actividad legislativa. En este sentido, se concede poder a determinadas personas, denominadas nomophylakes, es decir, guardianes de la Ley, que tienen un derecho de veto en virtud del cual podrían anular las decisiones de la Ekklesía.

C) Competencia electoral y funciones de control

La Asamblea tiene competencias electorales, ya que se procede a la elección de los distintos cargos de gobierno de la ciudad. Éstos eran siempre colegiados y normalmente anuales.

Para una misma función se elige a dos o más personas para que desempeñasen simultáneamente el cargo. Dependiendo de los distintos cargos y funciones, podían ser desde 2 hasta 11 las personas que ejercen las mismas funciones de gobierno. Entre ellos formarían colegio.

Otros cargos de gobierno se exceptúan a la regla general del carácter electivo. La razón seria el carácter especialmente técnico de su ejercicio. Así, el general que mandaba los ejércitos habitualmente, era designado de forma sucesiva varios mandatos.

Los cargos que se dedican a la gestión de las finanzas y la administración del patrimonio público eran designados por razón de sus cualidades personales y su cualificación profesional. Lo contrario se consideraba e una perversión del modelo democrático.

En cuanto al poder de control de los cargos de gobierno, puede señalarse que se ejercía en dos momentos cruciales. En determinadas etapas es frecuente que las personas en el momento inmediato a su investidura acudan a la Asamblea que escuchaba y podía preguntar sobre sus proyectos de gobierno y gestión de los asuntos públicos en el ejercicio de su cargo.

Más efectivo era el control de la Asamblea al término de su gestión. Las personas que hubiesen desempeñado los distintos poderes de gobierno, podían ser requeridas ante la Ekklesía.

Sólo a su término, se ve sometido al control político de los ciudadanos reunidos en la Ekklessía.

Una de las funciones que desempeña la Ekklesía, es la declaración de ostracismo respecto de un ciudadano ateniense.

Es en el tiempo de Clístenes, a fines del siglo VI a.C. cuando se aprueba la Ley que instaura esta sanción penal.

Esta grave sanción, se generaliza para todo ciudadano. La decisión se adopta por mayoría de votos en la Asamblea, si bien se requiere un determinado quorum, de seis mil ciudadanos presentes. Al exiliado, debido al carácter temporal de la condena, no se le confiscaban sus bienes. El exilio podía ser levantado por una nueva votación de la Ekklesía.

El exceso de poder que acumula la Ekklesía provoca en ocasiones una "tiranía popular".

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