2.1. Contenido y alcance de la reforma
El sistema fiscal se concibió como un instrumento de legitimación del nuevo Estado que, por tanto, se debería establecer con el consenso de los partidos políticos y de otras fuerzas sociales.
Los grandes objetivos eran:
- La personalización de la imposición directa se llevaría a efecto mediante un Impuesto sobre la Renta y otro sobre el Patrimonio.
- Eliminación de los impuestos reales y de producto que quedarían englobados en los Impuestos sobre la Renta de las personas físicas y sobre Sociedades.
- Se llevaría a cabo el desdoblamiento y separación de los Impuestos sobre Sucesiones y Donaciones del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
- En lo referente a la imposición indirecta el principal objetivo sería lograr la armonización de nuestros impuestos con las exigencias derivadas de la previsible integración en la Unión Europea.
- La imposición local fue redefinida y ordenada por la Ley Reguladora de las Haciendas Locales de 28/12/1988.
Por otra parte, durante este período se afrontó también la reestructuración de la Administración tributaria que finalizaría con la creación de la AEAT.
2.2. Otros aspectos de la reforma
Durante los años posteriores a 1977, el sistema impositivo ha sido objeto de importantes y continuadas modificaciones.
La primera deriva de la financiación de las Haciendas territoriales distintas del Estado cuya construcción venía impuesta por la Constitución de 1978.
La segunda deriva de las exigencias de la construcción de la Unión Europea.
El tercer factor que ha incidido en el sistema vigente ha sido la crisis económica que se inició en 2008.
Y en fin, la necesidad de adecuarse al cambio de tendencia en la situación económica ha promovido la aprobación de las siguientes leyes:
- La Ley 26/2014 que modifica el IRPF de residentes y de no residentes
- La Ley 27/2014 que regula el Impuesto de Sociedades
- La Ley 28/2014 que modifica el IVA.